Es un problema que sufren muchas personas, pero es posible solucionar, o al menos reducirlo, si se toman algunas medidas concretas.

Cepillarse los dientes y la lengua dos veces al día con una pasta que contenga fluoruro.
Utilizar hilo dental al menos una vez al día.

Hacer gárgaras o enjuagues bucales antimicrobianos para combatir la halitosis.

Beber mucha agua para evitar el mal aliento.

Revisar los senos paranasales.

Comer yogurt.

Visitar al dentista

Si los cuidados personales no resuelven nuestro problema de mal aliento, consulta con tu médico, en ocasiones el mal aliento es una señal de un problema más serio, como una infección, una bronquitis crónica, diabetes o enfermedades del riñón o hígado.

Por Manu Alvarez Puga